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Kim Jong Un debe usar medios intrincados de llegar a lujos que la población reprimida que gobierna no puede esperar tocar. ¿De qué otra manera explicar por qué el dictador norcoreano pagaría un millón de dólares por un par de limusinas Mercedes-Benz de 10 años?
Las sanciones internacionales de exportación a Corea del Norte, destinadas a sofocar al régimen militarizado, pueden significar que Kim no puede limpiarse la nariz con Kleenex o tomar un Sprite. Pero es muy capaz de rodar en sedanes de lujo alemanes que no se vendieron en su país. La primera vez que vimos a Kim tomó posesión de Benz el año pasado con una docena de sus guardias corriendo junto a los costados del automóvil. Pero ahora el Wall Street Journal tiene un informe fascinante que recomendamos encarecidamente sobre cómo y por qué esto puede haber sucedido.
La versión corta es que los investigadores del grupo de expertos de Washington rastrearon los envíos de dos limusinas Mercedes-Benz S600 Pullman Guard desde los Países Bajos a Corea del Norte durante un período de cuatro meses. Los autos salieron de Rotterdam en junio pasado hacia China, de donde partieron nuevamente en agosto hacia Japón. A fines de septiembre, tomaron una estancia en Corea del Sur antes de llegar a Nakhodka, una ciudad portuaria rusa al este de Vladivostok.
Eso es lo que supuestamente decía el registro del buque de carga. Según el WSJ, el barco “permaneció en silencio por radio durante 18 días” mientras que los gemelos Benzes de Kim fueron descargados en Vladivostok para encontrarse con tres aviones de carga norcoreanos. Cuando el barco volvió a encender la radio, volvió a Corea del Sur transportando carbón sin sedanes negros a prueba de balas. En enero, Kim se deleitó públicamente en la propiedad de Benz con uno de los supuestos autos en ese envío. Luego aparecieron fotos en abril durante una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en Vladivostok, donde los fotógrafos de AP vieron al Pullman con banderas estatales y el sello de oro de Kim en la puerta trasera. Según la AP, Kim también tenía un Maybach 62S a cuestas. Ese Maybach se podía ver siguiendo a un Pullman con Kim y el presidente chino Xi Jinping saltando por el techo, claramente modificado para simular el Landaulet 62S de Maybach, durante un desfile de junio en Pyongyang.
No está claro, ya que las cosas tienden a estar relacionadas con el comercio del mercado negro que involucra a una nación deshonesta que arroja los dedos del medio al mundo y prácticamente se dedica al control mental de la población, si los dos autos en el informe de WSJ son uno o más de los mismos vistos por última vez año.
Si todo es correcto, lo que es obvio es que Kim pagó $500,000 cada uno por automóviles que eran de vanguardia en 2009. Eso es una depreciación mala pero no exactamente horrible para un automóvil raro, resistente a las bombas y equipado en fábrica que costó casi un millón cuando son nuevos y de los cuales apenas se hacen una docena cada año. Los motores V-12 en sus autos son esencialmente idénticos a los del Pullman de la marca Maybach de la generación actual que se venden por aproximadamente el mismo costo.